Motorsports

MAX VERSTAPPEN

“En un vaivén que se debate insulso entre lo irascible y lo genial, el neerlandés despliega un manto de dudas sobre su talentosa carrera…”

 

Por Juan Carlos Maimone

 

El principal foco de las recientes discusiones en torno a Verstappen se centra en el Gran Premio de España. Durante la carrera, tuvo un contacto con George Russell, lo que le supuso una penalización de 10 segundos y tres puntos en su Superlicencia FIA.

El incidente ocurrió tras la reanudación del coche de seguridad. Verstappen, con neumáticos duros, perdió una posición frente a Charles Leclerc y luego tuvo un contacto con el de Mercedes, que los comisarios consideraron ser responsable de la colisión.

Los puntos de penalización recibidos en Barcelona pusieron al neerlandés en una situación precaria, ya que acumula 11 puntos de penalización en su superlicencia, a solo uno de provocar una suspensión automática de una carrera. Esto significa que el piloto de Red Bull debe evitar nuevos incidentes que resulten en puntos de penalización antes de finales de junio, cuando se le retirarán algunas unidades.

El incidente ha generado diversas reacciones en el mundillo de la categoría mayor. Algunos, como Nico Rosberg, pidieron una bandera negra durante la carrera. Otros, como Johnny Herbert, creen que Verstappen debería haber sido descalificado. Las encuestas post competencia, indican que la gran mayoría de los aficionados creen que debería haber sido descalificado.

El incidente ha suscitado dudas sobre la forma en que Verstappen aborda las carreras y la consistencia de las sanciones aplicadas por la FIA. Algunos analistas sugieren que sus acciones podrían verse envalentonadas por la férrea defensa que le ha dado su equipo, sumado a las presiones constantes de un padre indigerible y amante del protagonismo.

En la mayoría de los casos, Verstappen ha respondido a las críticas con frustración. Durante el Gran Premio de Hungría, criticó su coche por la radio y las decisiones estratégicas de su equipo. Cuando se le preguntó si se disculparía por su lenguaje, Verstappen se negó, diciendo a los críticos que si no les gustaba “se quedaran en casa”.

Si bien en los últimos tiempos ha logrado demostrar alguna madurez al manejar las preguntas de los medios, también ha sido criticado por su tono y lenguaje soez al responder a las críticas.

Es evidente que el talentoso piloto está compitiendo con demasiadas presiones y desventajas, donde la más importante es la falta de acompañamiento. En lo que va de la temporada, los equipos de punta se han esmerado en “sumar” entre los constructores con dos pilotos, mientras que él sufre la soledad, primero con Liam Lawson y ahora con Yuki Tsunoda, ambos muy lejos de los de adelante o del apoyo necesario para competir (Red Bull ha caído a la cuarta casilla en la tabla de equipos).

Si algo no se puede discutir, es el talento del piloto 1 de la bebida energizante; sin embargo, su carácter colérico le resta puntos importantísimos en el deporte y en la vida. Se puede revertir la situación…? Creemos que sí y esto pude ocurrir cuando su equipo lo comience a tratar como lo que es, un empleado más y les presten menos atención a los embates  de un padre escandaloso…

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