
PERIODISTA SE NACE
“Hurgando en el tiempo, no recuerdo momentos tan difíciles como los que transitamos hoy los periodistas…”
Por Juan Carlos Maimone
Al cumplir los 20 años de publicar Info Auto USA y a más de 3 décadas de haber sido el primer hispano en recibir un auto directamente de un fabricante, veo con tristeza que muchos han comenzado a ser desplazados sin excusas de cuanta presentación o viajes de familiarización por parte de las automotrices. Recientemente, algo más grave, de las pruebas de autos.
Las causas nunca han sido enunciadas, aunque nosotros las conocemos de memoria, los “influencers” por un lado, los obsecuentes del otro. El ser los primeros en salir a las calles de este país y en nuestro idioma nos vistió de experiencia; sin vergüenzas ni rencores, simplemente no olvidando de dónde procedemos y recordando que aquel que no conoce sus raíces, muy mal puede conocer su destino. Pero esto no es nuevo en la industria… Todo aquel que no baile al compás de la música que le silban o no sea parte de alguna organización liviana que no conoce otro fin que el sacar ventajas, es definitivamente marginado.
Muy pocos saben que nosotros nos debemos a nuestros seguidores y vivimos permanentemente investigando la noticia para nutrir su conocimiento. No traducimos las páginas de los fabricantes ni devoramos discursos sorprendentes, lo que aparentemente parece ser de mal gusto para quienes, al no producir calidad, proponen almuerzos y arengas muy poco creíbles, mucho menos publicables.
Educar es uno de los preceptos fundamentales del periodismo y en eso estamos. Porque somos educados, sabiendo desde siempre que periodista se nace, no se estudia o se hace, mucho menos se alquila el título por un plato de comida. Para eso viajamos sufragando nuestros gastos, visitamos talleres, convivimos con pilotos, ingenieros y mecánicos. Sabemos del labio mordido de una madre con las manos pobladas de ruegos y de la novia que espera y sufre, también del llanto en el silencio ruidoso de un “pit”, como el de los brazos abanicando el aire en lo más alto de un podio.
Me enorgullece haber convivido con Juan Manuel Fangio, con Ayrton Senna o con Dan Wheldon, ser amigo de Emerson Fittipaldi o de Lewis Hamilton. Haber aprendido al lado de Norberto Longo, de José María Muñoz o de “Pacho” Restrepo Arroyabe. Eso me convirtió en periodista y nunca tuve que manchar con tinta el papel donde escribo condicionado por nadie.
Por supuesto que dentro de la nebulosa siempre existe una luz; aquella que hace la diferencia, que enaltece y honra, como en su momento lo hicieron Don Lee Iacocca, Cisco Codina o Rick Waggoner.
Nosotros recibimos autos todas las semanas y si no aceptamos más, es simplemente porque nuestra humilde capacidad empresaria no nos permite cumplir como nuestros lectores, oyentes o televidentes merecen. Esta es nuestra línea; basada en la veracidad de los hechos y en la experiencia. Esa es nuestra conducta, aprendida o concebida al cumplir seis décadas en este país y cuatro dentro de un uniforme, lo que no es poco decir…

