FORMULA 1
Finalizada una de las temporadas más largas de la historia, producimos un extenso análisis de lo acontecido, con aciertos y desaciertos, pero en todo caso con un dominador absoluto en el nombre de Red Bull…”
por Juan Carlos Maimone
“Todos estamos contentos de que haya terminado…” dejo caer Fernando Alonso, uno de los mejores pilotos de la actualidad y de siempre. Simplemente así, crudo, frío, pero real, poniendo de relieve lo bueno y lo malo, sin morderse la lengua cuando le toca decir las cosas. Pronunciarse sin ponerse colorado ha sido unos de sus atributos más sólido cuando no está detrás del volante.

Y los que llevamos muchos años en esto de vivir el automovilismo desde adentro, sabemos que es así. Pero veamos porque el asturiano arriba a tal conclusión…
Si hablamos de pilotos, el mejor de la temporada, es bastante fácil, en la misma medida es difícil mirar más allá de Max Verstappen. El holandés de 26 años ha hecho un trabajo brillante esta temporada y su historial habla por sí solo.
Tener el coche más rápido en la parrilla seguramente hace las cosas más fáciles, pero todavía hay que producir resultados (con autos iguales, “Checo” Pérez produjo la mitad de los puntos). La consistencia y la naturaleza implacable con la que Max ha afrontado la temporada han sido admirables, por decir lo menos. Con un récord de 19 victorias y 575 puntos conseguidos, se puede decir con seguridad que el holandés está un paso por encima de todos los demás en la parrilla de F1.
Una vez más, no es demasiado difícil afirmar que Red Bull ha sido el equipo de la temporada. Cuando ganas 21 de 22 carreras en una temporada, no quedan demasiadas alternativas en la parrilla. El hecho de que el equipo haya podido lograr todo esto después de que se le haya asignado menos tiempo de desarrollo es lo que realmente destaca y de no mediar fenómenos, debería convertirlo también en favorito la próxima temporada.
Sin embargo, ha habido sorpresas. Si este título se hubiera entregado después de las primeras carreras de la temporada, entonces Aston Martin quizás habría sido la elección correcta. Sin embargo, si miramos todo el año, es difícil pasar por alto a McLaren.
Después de un comienzo de temporada lento, sin rendir en las primeras ocho carreras, dieron la vuelta de manera espectacular para terminar cuartos en el campeonato de constructores con 302 puntos. Lo que sin dudas les brinda una plataforma interesante para dar el siguiente paso en términos de competir por premios mayores en el futuro.
En materia de decepciones, modestamente creo que la mayor de la temporada pasa por Mercedes y la falta de competitividad y entre ellos George Russell. Con mucho futuro, es cierto, pero cuando has perdido más de cinco podios en la temporada, ya sea por mala suerte o por errores tontos, entonces es seguro decir que la temporada no ha ido como él quería. Ésa es la difícil situación del novel británico.
Si bien terminó el año empatado con Lewis Hamilton en las clasificaciones, en materia de puntos, el panorama es completamente diferente. Suponemos que todavía está en un proceso de aprendizaje y buscará mejorar las cosas.
Otro equipo que hubo de debatirse entre devaneos y estrategias equivocadas fue Ferrari. Pilotos tiene con Charles Leclerc y Carlos Sainz (en ese orden) pero sus errores fueron varios además de seguidos. En ese contexto, tanto el monaguezco como el madrileño han dado sobradas muestras de talento y combatividad, pero…
Y para finalizar, los desaciertos de la FIA a los que Liberty Media puede ponerle ciertos límites. Porque, si nos atenemos también al aspecto deportivo, la categoría sucumbe.
En el 2023 vimos a un equipo sobresalir hasta tal punto que casi arrasó en una de las temporadas más largas en la historia de este deporte. Sin embargo, la F1 no es solo un deporte, ni ninguna disciplina puede sobrevivir si no se centra en el “evento”. Así las cosas; la Fórmula 1 también es un producto de entretenimiento, y aunque los fanáticos incondicionales a veces lo olvidan, las personas que administran el deporte no pueden hacerlo. Precisamente por eso, cuando la temporada se evalúa según esos parámetros, no parece tan impresionante como debería serlo idealmente y si producimos un frío análisis, no pocos podrían considerar la temporada de la categoría mayor como un fracaso…


